La jornada electoral más grande de la historia de México se llevó a cabo el pasado 6 de junio en un ambiente de fuerte tensión y grandes expectativas. Se renovaron 21 mil cargos de elección popular en 2021, incluyendo la Cámara de Diputados, quince gubernaturas, treinta congresos locales y cargos a presidencias municipales o alcaldías en todas las entidades del país, excepto Durango. La relevancia de este proceso político va más allá de su amplitud, pues los resultados electorales reflejan hechos de gran trascendencia en el país.
A nivel federal, se renovó la Cámara de Diputados. Los votantes eligieron a los 300 diputados de mayoría relativa y los 200 de representación proporcional, quienes iniciarán oficialmente sus labores el 1 de septiembre de este año. Este cambio de legislatura determinará el nuevo balance entre el partido en el gobierno y la oposición. La bancada opositora ahora podrá contener al Ejecutivo, quien ha ejercido su capacidad de hacer reformas a la constitución durante los primeros tres años de su mandato.
Tras estas elecciones, Morena y sus aliados perdieron la mayoría calificada; es decir, no tendrán dos terceras partes de las curules requeridas para impulsar reformas constitucionales y requerirán el apoyo de los partidos de oposición para lograr cualquier cambio en la Carta Magna. Con esto, parece que, durante la segunda mitad del sexenio, el gobierno federal tendrá que ser más cauteloso y plural, aunque esta dinámica aún está por verse. Sin embargo, la alianza liderada por Morena todavía cuenta con mayoría absoluta, lo cual le garantiza cierto control sobre el presupuesto y la capacidad para impulsar reformas estructurales en materia fiscal, financiera, energética, educativa y electoral, entre otras.
Más allá de las elecciones federales, los resultados en las quince gubernaturas en disputa reflejan una clara victoria para el partido del presidente. Morena, en conjunto con sus aliados, obtuvo la gubernatura en once estados: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas. No obstante, aún está pendiente el resultado del recuento de votos para la gubernatura de Campeche. Esto se suma a las entidades que ya gobernaba: Baja California, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz. En total, más 58 millones de mexicanos estarán bajo los gobiernos estatales de Morena.
Por otro lado, a pesar de haber perdido Baja California Sur y Nayarit, el PAN se posicionó como la segunda fuerza política en las gubernaturas. Este partido gobernará en ocho entidades: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Querétaro, Quintana Roo, Tamaulipas y Yucatán. El PRI, en cambio, perdió ocho estados frente a Morena, lo que lo posiciona como la tercera fuerza política, gobernando Coahuila, Estado de México, Hidalgo y Oaxaca. Por su parte, MC ganó la gubernatura de Nuevo León, que gobernará a la par de Jalisco. Los nuevos gobernadores tomarán posesión entre el 31 de agosto y el 1 de noviembre según dicte la legislación estatal.
Durante la misma jornada se disputaron treinta congresos locales. En esto, Morena, mantuvo la mayoría de las curules en 18 estados; la coalición opositora PAN-PRI-PRD obtuvo la mayoría en 10 congresos; y MC ganó la mayoría en Jalisco. El primer periodo de sesiones ordinarias inicia entre el primero de agosto y el 15 noviembre de este año, según la constitución de cada entidad.
Comparando con la composición anterior, Morena se ubica, una vez más, como el partido ganador, mas su victoria es parcial. Aunque Morena triunfó contundentemente en los estados, su éxito en la Cámara de Diputados es ambiguo. Si bien Morena mantuvo la mayoría relativa, su reducción de curules lo deja inequívocamente en una posición más endeble que cuando venció en 2018. Mientras el PAN y el PRI perdieron presencia en los gobiernos estatales, su alianza cobró fuerza en el legislativo federal. Así, las elecciones de 2021 arrojaron resultados diversos en los distintos niveles de gobierno y este ejercicio electoral reflejó la pluralidad de la población mexicana, lo cual tuvo un efecto importante sobre el balance de poderes, después de tres años de un claro dominio morenista.
Las consecuencias de esta nueva composición gubernamental empiezan a apreciarse en casos como la Ley de Revocación de Mandato. En 2019, el Congreso, con mayoría calificada de Morena, aprobó una reforma constitucional para crear la figura de “revocación de mandato”. No obstante, el legislativo aún no aprueba una ley reglamentaria para regular esta nueva figura. A pocos días del inicio de labores de la nueva legislatura, está claro que la oposición aprovechará su fortalecimiento en la cámara para bloquear esta iniciativa del partido en el poder. Así, los efectos de la elección de 2021 empiezan a manifestarse: después de tres años de legislar sin obstáculos, el gobierno tendrá que negociar con una oposición lista para demostrar su relevancia.